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miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Por qué somos del atleti?


Día 12 de mayo de 2010, una jornada que, al fin, quedará grabada en la memoria de todos los colchoneros y toda España. El partido se antojaba con cierta calma, sobre el papel se sabían campeones aunque no querían lanzar las campanas al vuelo. Hamburgo amanecía rojiblanca y ganaban en multitud a la afición del Fulham, que luchaban contra los atléticos y los seguidores del Hamburgo, que aún sufrían en sus pieles el escozor de la eliminación en semifinales de la Europa League.
Sobre el terreno de juego no hubo sorpresas; los dos equipos lucían su once de gala sin ausencia alguna, los dos mostraban sus cartas bocarriba. El partido comenzó algo frío, los dos equipos salieron nerviosos al terreno de juego y eso se notó en la inseguridad defensiva, la imprecisión en los pases y en la falta de cobertura de ambos equipos. Pero el Atlético de Madrid golpeó primero y empezó con el asedio en el área del Fulham hasta que un mal chute del Kun fue a parar a un Diego Forlán en ligero fuera de juego que empujó el balón con el interior al fondo de la portería de Schwarzer. Sin apenas tiempo de reacción, el Fulham aprovecho un error en la zaga rojiblanca para poner las tablas en el marcador y, sin apenas tiempo de reacción, Davies doblegaba a De Gea de un disparo bajo pegado al palo. El resultado no estaba siendo nada justo. El atlético asediaba sin recompensa alguna y el Fulham aguantaba la que le venía encima como bien podía.
En la segunda mitad se cambiaron las tornas. El atlético salió algo adormilado y el Fulham lo aprovechó para tener la posesión del balón e intentar mandar el partido y poder causar alguna ocasión aislada de gol para poder llevarse el encuentro. Estuvo contra las cuerdas en dos ocasiones claras del equipo de Hodgson en las que De Gea se tuvo que empleara a Fondo. Pero con el mismo resultado se llego al final de los 90 minutos en los que los dos equipos se veían bastante agotados físicamente y no daban mucho más de sí. Los cambios de Jurado y Salvio, para mí acertados, no aportaron demasiada intensidad al juego del equipo colchonero. El partido en general estaba siendo muy gris y ninguno de los dos equipos estaba ofreciendo un juego atractivo, pero si alguno de los dos equipos merecía la victoria, ese era sin duda el Atlético de Madrid.
En la prórroga, el atlético buscaba con todas sus fuerzas el gol de la victoria, y el Fulham dormir el partido para poder llegar a la tanda de penaltis y tener alguna posibilidad de llevarse el partido, hasta que a cinco minutos del final del partido el Kun corrió hasta la línea de fondo para llegar a un balón imposible, esperó el desmarque de Forlán y la puso para que el Uruguayo empujase el esférico, de forma sensacional, al fondo de la portería del equipo inglés. El éxtasis rojiblanco se desprendía en el Hamburgo Arena y ya, por fin, los atléticos podían disfrutar de la fiesta, una fiesta que se antojaba más relajada para el equipo de Quique Sánchez Flores y que al final se les complicó demasiado. Los mejores del partido, por la parte atlética, Forlán y Domínguez, muy sólido en defensa. Por la parte del Fulham, excelente trabajo de Davies y Etuhu, pues si de este último su juego es algo marrullero, mantuvo a raya el centro del campo rojiblanco. Ahora, aquel niño ya sabe porque por qué es del Atleti. La Europa League ya está en buenas manos, y el próximo miércoles, Dios dirá.

MIGUEL MÁRQUEZ